La subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, quien se encuentra realizando una visita de trabajo en África, encabezó la entrega de kits sanitarios, compuestos por toallas higiénicas reutilizables, a niñas y jóvenes de Kenia en situación de vulnerabilidad. Los kits se entregaron en una actividad realizada en la escuela Valley View, ubicado en Mathare, un asentamiento informal de Nairobi.

Este aporte se concretó a través de un proyecto ejecutado conjuntamente entre la Embajada de Chile en Kenia y la Fundación Maisha, llamado “Reactivación económica, educación sexual y empoderamiento de mujeres en vulnerabilidad en Kenia”, el cual tiene dentro de sus objetivos la distribución de 1.500 toallas higiénicas reutilizables a adolescentes de escuelas locales y comunidades rurales, acompañadas de talleres sobre higiene menstrual y fertilidad, para que así la menstruación no sea una limitante tanto en su asistencia a clases como en sus actividades cotidianas.

Las toallas reutilizables son hechas por mujeres adultas de Nairobi que buscan aprender oficios para poder tener un sustento económico propio. El proyecto también financió sus clases de costura. Además, comprendió la realización de un ciclo educativo sobre sexualidad y afectividad que benefició a 400 adolescentes.

“Este esfuerzo es un claro ejemplo de la Política Exterior Feminista de Chile, parte clave de nuestra diplomacia que busca cerrar las brechas de género y promover la igualdad de oportunidades desde las edades más tempranas. Chile está comprometido a llevar esta visión de empoderamiento a través de programas de cooperación Sur-Sur a muchas zonas de Kenia, tanto urbanas como rurales, a las que tradicionalmente es difícil llegar para los equipos diplomáticos”, afirma la subsecretaria.

La Fundación Maisha fue creada por Domitila Ayot, keniata comprometida con la educación sexual y la salud de las mujeres. “Trabajamos para proteger y ofrecer oportunidades de crecimiento a madres jóvenes en contextos vulnerables. Tenemos una casa de acogida para mujeres que están en estado de embarazo y necesitan apoyo para vivir su embarazo de manera segura y digna”, señala María Jesús Figueroa, coordinadora en terreno de la fundación.

“Al mismo tiempo, tenemos programas de educación para el resto de la comunidad en distintas escuelas y asentamientos informales con población en riesgo social para ayudar que las niñas y jóvenes puedan autoconocerse, tomar buenas decisiones y ser responsables de su futuro”, complementa.